Cuando no sabemos cómo seguir, qué hacer, cuando las cosas salen mal y a veces no encontramos las respuestas a los interrogantes que nos atormentan, existe algo que se denomina VIAJAR dónde todo se acomoda, se alinea, se encarrila, dónde las cosas andan bien, parece mágico pero en realidad ocurre que tu mente entra en un estado diferente, entra en alerta constante en el ambiente nuevo que te rodea, aprecia pequeños y grandes detalles que en el día a día no vemos, o no queremos ver, tu mente y tu cuerpo cambian tanto que aquello que te atormentaba y te hacía mal desaparece y muchas veces ahí, sin darnos cuenta, encontramos las respuestas más buscadas, incluso esas que no se consiguen ni con horas y días de terapia. Así que si estás en un mal momento, bajón, con algún pesar, con angustias que no te permiten avanzar o simplemente tenes una baja de energía, VIAJÁ, porque la Viajoterapia es el mejor remedio, y a veces el precio se equipara con el de la farmacia! Cuál elegís?

No importa a dónde, agarrá un par de cosas y salí. Aunque sea por dos días. Aunque sea a pocos kilómetros de tu casa, de tu trabajo y de tu rutina. Y no me digas que no podés. Porque el que realmente quiere, siempre puede.